La capital está a mas de mil kilómetros del televisor, yo no resisto el impulso de apagar el aparato. Solo es cuestión de apretar un botón, y adiós. Todo termina antes de empezar.
La señora estaba a punto de balbucear alguna cosa. Yo no puedo contener el asco que me provoca el espectáculo gratuito, transformado en apología del capitalismo en serio.
Entonces... Yrigoyen había resultado ser un demócrata liberal. Y yo, tan confundido.
Claro que los obreros patagonicos y los empleados de los talleres Vasena, los anarquistas de La Forestal, en fin, cualquiera de todos ellos, no pensaban lo mismo que el señor de la tv.
El individuo detrás de la pantalla, afirma que Perón, era un gran militar golpista “demócrata”. Uno que participó de todos los golpes militares que se dieron en el país, mientras sus ex camaradas de armas le permitieron residir en Argentina. Según parece sus simpatías fascistas y sus refugiados nazis, sus amistades Pinochetistas, en fin todo lo hizo por la democracia... por la democracia de los negocios. Aunque esos pequeños detalles de su biografía política, no tienen lugar en el estúpido cuento para adolescentes, del chamuyo de ocasión.
Perón no tuvo hijos; reconocidos; la idea de la paternidad como a muchos otros políticos burgueses, le resultaba un fastidio y un inconveniente de toda índole. La familia en cualquier aspecto, dentro del capitalismo, es sinónimo de alienación burguesa. Y también y sobre todo, un gran obstáculo para mentir la propia vida. Ricardito Alfonsín es la prueba fehaciente de ello.
La maternidad; eso, eso es otra cosa. El vientre materno es el mas grande símbolo de la contradicción capitalista, que atraviesa cada uno de los aspectos de la vida de los sujetos que viven en esta sociedad psicópata.
No es casual que los secuaces post-indstriales, de todos los burgueses cómplices en todas las estafas y todas las masacres de la historia argentina, traten a los militantes anticapitalistas como a infantes no deseados. Necesitan domesticar lo que no pueden neutralizar. Necesitan negar a los hijos no deseados de la democracia burguesa.
Yo; yo no les debo nada. Ni siquiera respeto.
No me importa su suerte. Mientras de mi dependa espero que ardan en su propio infierno.
No; no puedo, no lo consigo aunque lo intento; no consigo soportar ni una sola palabra de lo que dicen. Me niego a participar de su programación. Será porqué los conozco de antes, de antes del ayer...
Ni siquiera ellos creen que ese espectáculo gratuito tenga algo que ver con un hecho político.
Los medios dice el señor del relato... Sin embargo es completamente falso que los medios de comunicación recién cobrasen importancia a partir de los años sesenta del siglo pasado. De hecho, el señor Perón fue un invento de la radio. No tiene nada de casual que la señora Eva Duarte, apologista del asesino Francisco Franco, haya sido una actriz de radionovelas de tercera categoría.
La fabula camporista, la triple A, Lastiri, Isabel Martinez, Lopez Rega, Luder y Herminio Iglesias, Galimberti y etc, etc, etc no son parte de ningún periodo “contradictorio”. Fueron son y serán traidores y por siempre enemigos del pueblo y de los trabajadores.
Perón traicionó abiertamente a las mayorías obreras y populares que lo llevaron al poder, en Ezeiza, en el congreso, y en Plaza de Mayo. Ese individuo representa la mayor tragedia de la historia política contemporánea, para los trabajadores de esta tierra.
La “fiesta de la democracia” es un espectáculo para piojos resucitados, y señoras pequeño burguesas, y una innumerable corte de “notables” colaboradores, que festejan su protagonismo, en medio de un show que intenta sin conseguirlo, un montaje chauvinista posmoderno, diseñado por agencias de marketing político, y burócratas a sueldo.
Los trabajadores y el pueblo son los rehenes de la fiesta del saqueo del Estado. Del saqueo de lo que queda. El democrático “progreso”, no es más que destrucción de los recursos no renovables, cáncer, veneno trasgénico, y niños educados para ser esclavos el resto de su vida.
Hace años, en días como estos, marchábamos en la plaza, eran las marchas de la resistencia. Y sin embargo, la “democrática” juventud peronista, los “democráticos” jóvenes radicales, nunca vinieron.
Claro que, todo eso fue antes del cambio en la medicación. Antes del ultimo shock. Antes de que los bancos se robaran los mas seis mil millones de dolares del corralito y el acorraladito.
Antes de la verdad sin justicia, de la desmemoria programada.
Pero yo si recuerdo. Los recuerdo muy bien. La democracia era Mariano Grondona.
Esta “democracia” burguesa y delegatoria, cómplice, y pro imperialista; no ; no es ninguna suerte... sino el resultado de la humillación, la superexplotación, la marginación, y la derrota política de los proyectos de liberación del imperio yanqui, principal socio de negocios del gobierno “popular”.
Sus protagonistas estelares, son bestias de la misma calaña que aquellos otros asesinos de generaciones y generaciones de Argentinos, hundidos siempre, en la ignorancia y la opresión capitalista. Millones y millones de argentinos sumergidos desde hace mucho mas de un siglo, en la misma miseria y el mismo cinismo, que los condena a diario al espectáculo de un mundo que no entienden y que los desprecia.
Sin embargo este es el pueblo de Ernesto Guevara.
Podrán engañarlo una vez más, pero no volverán a humillarlo. Hagan lo que hagan, digan lo que digan. Nunca conseguirán volver a doblegar su dignidad. De esos asuntos no saben nada esos señores. Para ellos dignidad es una palabra como cualquier otra.
Pero yo si recuerdo: mis padres no fueron cobardemente asesinados por el espíritu santo. Sino en defensa de la “futura” democracia. La democracia burguesa asesinó a mis abuelos. Hasta el perro de mis padres resultó ser una amenaza para la democrática consciencia enajenada de los dueños de la ciudad. El perro llevaba por nombre Comandante. También a él lo asesinaron.
Entonces ¿donde estaban todos esos señores que ahora son premiados, por otros prohombres burgueses, cuando sus socios secuestraban a Azucena?
Esta democracia no es la superación de aquel orden criminal, sino el resultado previsto. La consecuencia de aquel fascismo. Los militantes socialistas revolucionarios desaparecidos y asesinados, no pelearon y entregaron sus vidas por esta realidad autista y burguesa.
Entonces Raúl Alfonsín ¿un héroe democrático?. Alfonsín era un cobarde que puesto en la disyuntiva de elegir entre las mayorías populares movilizadas y el orden criminal de la justicia genocida, le regalo toda la impunidad que pudo conseguir, en nombre de la supuesta defensa heroica de un pedazo de tierra que ya nadie recordaba, a los mas grandes asesinos de la historia de este país.
La dictadura fue destituida por la movilización obrera y popular. El derrumbe se produjo cuando el discurso patriótico y fascista no consiguió acallar las protestas masivas. Alfonsín como Menen y como Kirchner, fueron producto de las propias crisis político-institucionales que ellos mismos, como parte integral de la casta política, contribuyeron a generar. Ellos son la misma estúpida respuesta a la misma vieja pregunta. ¿Hasta cuando?.
El señor Nestor Kirchner, no llego a la presidencia como producto de la falta de “legitimidad”, sino como resultado de las políticas de estafa, privatización, extranjerización y destrucción de la vida de muchas decenas de millones de personas. Políticas que él y su esposa contribuyeron en buena media a llevar adelante, en cada uno de sus gobiernos y gestiones como funcionarios del Estado.
Yo no voy a festejar junto a ese circo de burócratas, que descubren al pueblo una o dos veces al año en espectáculos gratuitos. Esta democracia capitalista y criminal nunca será ninguna fiesta para las victimas de la locura y el terrorismo estatal a cielo abierto.
No hay nada que festejar. Todo es una gran parodia, donde los parodiantes siempre repiten el mismo ridículo guión. Ellos, los dueños de la realidad, ellos y su aparato de propaganda ideológica, ellos son los protagonistas, los trabajadores: de la plaza al trabajo y a votar por el patrón.
Apagué el artefacto y salí a caminar; en auto, para no tener que saludar.
El intendente también armó su propio escenario, había un grupo de músicos de cumbia, baile y algo de comida, mucho protagonismo, y poca lucidez. Sin embargo, la inclusión, la participación y la etceteración, eran para cantar la marcha de los años cuarentas. El intendente no consiguió reunir a doscientas personas.
Inpecable
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